Hoy he dedicado buena parte de mi tiempo a rugir, puesto que no tengo energías para otra cosa al estar pendiente de la resolución de cierta queja personal interpuesta a cientos de kilómetros de distancia. Luego me airearé un rato, pero mientras tanto me he venido a mi despacho, a seguir moviendo ficha en la batalla contra la banalidad.
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Los debates. No es mi idea hablar del debate de ayer entre Solbes y Pizarro (cada cual ya es mayorcito para sacar sus conclusiones). Me refiero a los debates en El Rugido. Se generaron espontáneamente en la Comunidad, y muy bien están allí (aunque ahora no hay mucho tiempo para echarles más leña).
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El Rugido siempre ha intentado adentrarse en el fascinante camino de la búsqueda de la verdad a través del intercambio de argumentos (como dije en mi anterior entrada). Y en ese sentido, los debates "comunitarios" cumplen su función (y además tenemos una moderadora excelente). Ahora bien, ¿cuál es el objetivo? ¿A dónde vamos? ¿Qué es lo mejor que nos puede pasar? Pues que vengan más rugidores, cuantos más, mejor.
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Siempre he pensado que a mayor número de rugidores, mayor probabilidad de resolver los interrogantes que nos planteamos. Pero eso no es del todo cierto. No se trata de masificar los foros. En esas condiciones son difíciles las reflexiones, y también es osado pensar que nosotros en solitario podamos conseguirlo.
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Por ello, he decidido reinventar la Cámara de Tensión, más o menos en los términos que aparecen ahora en la web (http://c-tension.iespana.es/). La idea es que sea un ente autónomo sin dependencia total de El Rugido en el que tengan representación las agrupaciones pensantes de internet más significativas, es decir, debates con a lo sumo 101 tensores (miembros de la Cámara) cuidadosamente seleccionados.
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A El Rugido probablemente le correspondan en torno a 3 tensores como mucho. Naturalmente, nuestra Rugionaria (la redactora más popular) será la número 1 de nuestras listas a la Cámara.
Y por otro lado, lo que es evidente es que yo no voy a presidir la CT, y seguramente nadie de El Rugido (tienen ya mucho trabajo y además, un presidente externo podría enfatizar la autonomía de la que debe gozar la Cámara).
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Es por ello que hoy he escrito al director de una exitosa web juvenil para ofrecerle la presidencia de la Cámara de Tensión. Tal y como era previsible, al pobre no le queda ya más tiempo para otros proyectos. Su respuesta ha sido amable y muy satisfactoria. Sin embargo, ahora toca seguir buscando futuros tensores y un presidente para dirigir la tensión intelectual que allí se va a generar.
Seguiremos rugiendo; pero será mañana. Me voy de mi despacho porque acaban de venirme a buscar.
3 comentarios:
A estas alturas, ya tendré encima a todo el Gabinete de Dirección echándome la bronca por hiperactivo... Ahora sí que me voy (me había dejado el paraguas).
¿Y quién era él, Director?
No creo que proceda decirlo.
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